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Chumpéter y yo somos lo que siempre fuimos... dos calcetines impares colgados de un sueño imposible: que la mano de Saleta viniese un día a recogernos y quitar las pinzas de colores que nos sujetan.
Chumpéter y yo somos lo que siempre fuimos... dos calcetines impares colgados de un sueño imposible: que la mano de Saleta viniese un día a recogernos y quitar las pinzas de colores que nos sujetan.
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Nuestro limbo es así: un impasse entre el cielo y el suelo, con ventanas que trasnochan y se turnan para ahuyentar la oscuridad de su ausencia, hasta que amanece.
Desde su muerte, hemos sido azotados por los mismos vientos y compartido las mismas inclemencias. Ahora, por ejemplo, nos quemamos al sol, nos retorcemos, nos ponemos duros y arrugados como cartones…
Nuestras miradas se cruzan sin hablar ¿Para qué, si todo lo que tenía que pasar ya ha pasado? Tan sólo cantamos a dúo cuando nieva… o cuando empiezan las riñas de otros y no queremos oír…
Desde su muerte, hemos sido azotados por los mismos vientos y compartido las mismas inclemencias. Ahora, por ejemplo, nos quemamos al sol, nos retorcemos, nos ponemos duros y arrugados como cartones…
Nuestras miradas se cruzan sin hablar ¿Para qué, si todo lo que tenía que pasar ya ha pasado? Tan sólo cantamos a dúo cuando nieva… o cuando empiezan las riñas de otros y no queremos oír…
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(Ah, y también si snifamos el olor de alguna comida que nos gusta… humm…)
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En la cuerda que une ventana con ventana de la casa del hombre que escribe con tinta verde hay más prendas de ropa. Pero sólo nosotros parecemos banderitas de oración tibetanas que nadie retira hasta que venga ella.
Mientras tanto, da gusto escuchar juntos los sonidos naturales del patio: el batir de los huevos en los platos, el chirriar de las garruchas al tender, algún miau que otro porla noche, o los saltitos de los gorriones que se posan por los canalones y las bajadas de zinc cuando ya se consolida la mañana.
Todo es acostumbrarse.
Mientras tanto, da gusto escuchar juntos los sonidos naturales del patio: el batir de los huevos en los platos, el chirriar de las garruchas al tender, algún miau que otro porla noche, o los saltitos de los gorriones que se posan por los canalones y las bajadas de zinc cuando ya se consolida la mañana.
Todo es acostumbrarse.
Codorníu.
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32 comentarios:
Al menos, es una espera en compañía. Y un amigo, siempre alivia el corazón herido.Y al fin y al cabo, por muy roto que este ese par de calcetines ¿quién no sabe zurzirlos?
Precioso.
Un beso.
Tal vez sea generacional, pero lo que escribes me suena a mi mismo, aunque nunca pueda hacerlo tan bien.
Ejemplo: Hotelito en Sevilla. Tiene taberna. Entro en la conversación de dos compadres. Uno setenta y dos. El otro me asombra con noventa y tres. ¿ Y Usted que bebe, para estar tan bien?. Bebo Magno,pero aquí no tienen y bebo 103. Pero yo estoy bien por la vida, los gritos de los niños, el trasteo de los platos al fregarlos, la charla de las vecinas en el patio, eso es vida. Lo que ve usted en la tele, eso es muerte... Pues eso, las garruchas, los pájaros...
La vida sigue.
A veces hasta injustamente.
Que le vamos a hacer.
Saludos.
MANGELES:
Nooo... si rotos no están. Si lo que les pasa es que se han quedado como suspendidos de un sueño del que casi mejor que no despierten.
Que desaparece la cuerda, y se la pegan.
(Oye, buenísimo lo de Saleta... es que no se me pasa...)
Beso.
MERA:
Qué razón tienen esos viejetes de los que hablas. Muchas veces,o siempre, estamos rodeados de vida en directo; sin embargo, para verla tenemos que poner la tele.
De alucine. Parecemos peces viendo documentales sobre el agua.
Un abrazo, compañeiro.
En casa hay muchos calcetines impares, me paso protestando por eso con los varones de mi familia. Pero nunca jamás se me hubiera ocurrido utilizar esa imagen de los calcetines colgados para mostrar el alma de dos amigos, o pares, tan desolados.
Brillante, Pepe, como siempre.
Buenísima la foto también.Y la música.
TORO:
Pues yo ya no sé decir si la vida sigue o nos sigue. Saleta afirmaba que la seguía. Que cuando se paraba o se sentaba en la arena o en el puerto, la vida se paraba a unos pasos de ella para que no la viera.
Y no me extraña, porque... ¿quién no seguiría a Saleta?
Un abrazo.
FLACURITA:
Los hogares saben de calcetines impares porque se pierde mucho tiempo en "casarlos". Al final, siempre queda alguno mirándote...
Y uno no sabe que decirle.
(¿Como andás con los fríos?)
Cuídense, porfa.
Besos.
Los fríos han amainado. Aunque , por ejemplo, estoy sentada al lado de la estufa; no me despego de ella.Por ahora voy zafando de la gripe A, aunque en estos últimos días hubiera deseado agarrarme un mísero resfriíto, porque a todo el que está apenas resfriado le dan mínimo cinco días de licencia. Hace semanas que los que gozamos de buena salud estamos haciendo el trabajo de los que están resfriados o con gripe común (= 9 días de licencia)y el nuestro. No puedo más.
Me estoy riendo de tu respuesta a mi comentario, y creo que me ha encantado tu imagen porque no podés imaginarte el problema que es en mi casa encontrar los pares de las medias. Es más, como nunca se encuentran, los varones se roban las medias uno a otro; aunque el chico dice que toma prestadas las del padre. En realidad, me paso comprando medias para ellos.
Hablando en serio, me impactó mucho esa imagen. Ya sabés, cuanto más sencilla, más fuerte (como los versos de Martí); y cuanto más lejano el parecido real, más profunda, mkayor el campo semántico.
La foto que colgaste del patio que está en el aire también me impactó, como la imagen de las medias. No puedo imaginarme viviendo en un piso alto de un edificio, sin patio, justamente por no poder aceptar no tener dónde tender la ropa.
Un abrazo, Pepe. No me cuido demasiado, pero por suerte mi salud es de hierro. Sé que voy a llegar al verano, al sol, la arena y el mar. Verás que sí.
Hermosa huella dejó en vosotros Pepe... Saleta tuvo que ser una mujer muy afortunada, alguien muy especial, como tú.
La foto es magnífica, delirante, se come todo.
Besos
CALMA:
Amiga, tú si que eres un cromo. Vaya poema que te has marcado en la última entrada.
Lo malo de la foto es que después hay que plancharlo.
Aunque no hay plancha mala si tienes a tu lado una musiquita que levante el vuelo de tu alma.
Un beso, prenda.
ROPA TENDIDA AL VIENTO, ALMAS TENDIDAS EN LA VENTANA...¡CUÁNTO ME GUSTA ESA IMAGEN, CON TODA SU SIMBOLOGÍA, CON LA GRANDEZA DE SU SENCILLEZ...BESOS QUERIDO AMIGO.
MARISA:
Almas colgando de un sueño...
La maestra eres tú.
Gracias, siempre.
Un beso.
Pepe, es cuestión de física y química...si son calcetines, son calcetines...y los calcetines tiene "bujeros" pero no se la pueden pegar...como mucho...si llega un huracan de esos del Caribe...se pondrán a volar, estilo cometas y banderines....
Que yo de literatura sabré poco, pero de física y química, algo recuerdo del H20..
M´´as besos
Curiosidad femenina me trae a esta tu casa. Después de leer la entrada de mangeles, sobre el nombre de Saleta, no he podido resistirlo. Hace tiempo que leo tus comentarios en su blog pero nunca salté hasta aquí. Me gusta lo que he leído y esta canción es preciosa.
Saludos.
Flaca, un consejito: La próxima vez que compres calcetines de caballero, compra de esos que son negros o marrones, en España se llaman "ejecutivos"...y todos del mismo modelo e iguales....así no hay que emparejarlos....los pones en una caja todos juntos...y van cogiendo de 2 en dos.
Con los calcetines blancos, o de cuadros escoceses...lo mismo....por serie...todos iguales...jejee
Un besito
Por cierto, chicas...a mi se me mete en la cama, un tío con el pijama grosella ese de la segunda cuerda ¡¡¡ Y llamo a la Guardia Civil¡¡¡ ¿Qué opinais?
Perdón Pepe...el glamour es el glamour...
"Chumpéter y yo somos lo que siempre fuimos... dos calcetines impares colgados de un sueño imposible"
(este comienzo me traslada instantáneamente a un tendal de ventana a ventana, ahí estoy, son una media (calcetín)
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JAJAJAJAJJ!!!
Coincido con Mángeles, ese pijama grosella es impresentable, ajajajjaja!!!!
Qué risa, casi olvido lo que venía derechito a escribir.
Besos.
MANGESLESKY:
A ver, tú que eres de ciencias...
"En una bolsa hay veinte calcetines blancos y doce negros. ¿Cuántos debes sacar de la bolsa sin mirar para tener un par del mismo color?"
(Matemáticas para entrar a trabajar de en una maquiladora)
Por cierto... has dejado un par de buenos consejos a las amigas, jeje...
Besos de teje y maneje.
Co-dor-niuuu...
LUNA AZUL:
Esta es tu casa. Así hemos hecho todos, saltando de ventana en ventana.
Gracias y bienvenida.
Besos.
Yo soy muy practica Pepe...mis calcetines negros y blancos estan en bolsas diferentes...pero si por un motivo se juntaran...me pongo los dos primeros que salgan..jejeje
Pero el pijama grosella,,...ni aunque me maten
Besis
PATO:
Ya ves a lo que hemos llegado: corazones tendidos al sol, como decía la canción.
De lo del pijama grosella ¿qué te voy a decir? que tenéis razón; pero no estáis por ahí para elegir tanto con el frío que hace, jeje...
Besos, amiga.
Esto es increíblemente bello Pepe, uno de los textos que más hondo me ha calado.
Saleta es como de goma y los hombres de tierra,colgados a la soga impares haciéndola tan nube, tan grande.
Me fascino ´
Karina
La foto es impresionante de hermosa, y con tus letras perece que hay vientito porque las ropas se balancean...
Muak
KARINA:
Por aquí no se mueven ni las pelusas. Acabo de llegar a casa. Es media tarde. Las calles, desiertas. El sol cae tan vertical que apenas hay sombra junto a las paredes de las casas.
Tienes razón: Saleta es una nube cada vez más etérea.
Besos, hermana.
MANGELES:
Jeje... ya veo que rehuyes la respuesta a mi adivinanza.
Cobarde, gallina, capitán de la sardina...
No hay beso.
Juer Pepe, eso no son matemáticas, sino probabilidades...
al menos hay que sacar dos, para tener dos iguales...y pueden salir dos negros o dos blancos...
Depende si eres un tío con fortuna y suertudo, o un machacaoooo de la vida....fijo que yo tendría que sacar al menos 21 para garantizarme una mínima probabilidad.
Besote
MANGELES:
Bueno, no está mal, no está mal...
Para sacar un par del mismo color, sin recurrir a la suerte, sólo tienes que meter la mano tres veces como máximo.
Dos, con suerte; y tres, sin suerte.
Muy bien, muy bien...
Beso, beso.
...Tal vez porque la tarde esté nostálgica, pero me ha parecido tierno, triste, precioso.
Sí, en el fondo todos somos pinzas de colores tendida esperando a secarnos de algo.
Mª ÁNGELES CANTA:
Y que lo digas. A mí me admira la gente que todo lo tiene tan bien colocadito. No sé porqué; pero intuyo que no es cierto... que a todos nos vendría de perlas que nos colgasen al sol y nos diesen primero con una manguera por dentro.
Oye, y si hay poco, poco; y si hay mucho, pues mucho...
¡Ya quisiéramos que fuese posible!
Besos, rubita.
¡Pepe¡ Saca la napia a la ventana...huele a tormenta...de momento solo aire...pero....
¡¡¡Lo mismo vemos el agua por los madriles¡¡¡
Besitos de buenas noches
No sé, no sé... para un chicarrón del norte, una brisilla apenas, jeje.
Estaré pendiente... no me quiero perder las posibles lágrimas de San Cayetano y San Lorenzo...
Beso.
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