Las olas también rebotan en las playas y los acantilados, y rodean nuestros tobillos arrastrando conchas y cuarzos. En eso son como nosotros: la mayoría seguimos y seguimos paseando a ambos lados de escaparates infinitos y nos cruzamos con la gente separados por un cristal eterno, inhumano. Nuestras manos (las tuyas y las mías), caídas a lo largo del cuerpo -según los días- a veces ni se mueven. Como mucho apoyamos palma contra palma, como presos, o monos. Algo tibio, una vibración, nos dice que sentimos algo: el cristal de los mercados, quizá. Pero es tan frío, que sonreímos cuando nos sonríen, y no da tiempo a más. Como un mar de fondo con el que no contamos en su día, algo nos arrastra por debajo sin pausa. El motor de sus entramados mecánicos no conoce el sosiego: un ombligo es un mundo. Y eso es todo.
Sin embargo, un rayo de esperanza, breve como el paso de un tren, nos roza ante el teclado. Luego, una ojeada atrás, cual fugaz ambrosía, hace que devengue el cristal en espejo. La boca del pasado, su aliento, lo difumina todo con el vaho... así es la calidad perlada que maneja entre besos soñados. Nunca sabremos cómo se hace, cómo lo hacemos. Como Aladino, los recuerdos nos elevan en su alfombra y caemos; o nos vuelcan de este lado, que también es el otro... La facilidad con que podemos ver la fantasía que llevamos dentro nos sorprende tanto como el laberinto, los pasillos de cristal y eso que ya no son arabescos absurdos ni locuras literarias.
¿Inventamos el mundo? No me cabe la menor duda. Aunque no sepa hacerlo más allá de lo básico, esa es mi Realidad (la pongo con mayúsculas): que cada uno -si no cree- compruebe la yaga de su vida con el dedo.
Sin embargo, un rayo de esperanza, breve como el paso de un tren, nos roza ante el teclado. Luego, una ojeada atrás, cual fugaz ambrosía, hace que devengue el cristal en espejo. La boca del pasado, su aliento, lo difumina todo con el vaho... así es la calidad perlada que maneja entre besos soñados. Nunca sabremos cómo se hace, cómo lo hacemos. Como Aladino, los recuerdos nos elevan en su alfombra y caemos; o nos vuelcan de este lado, que también es el otro... La facilidad con que podemos ver la fantasía que llevamos dentro nos sorprende tanto como el laberinto, los pasillos de cristal y eso que ya no son arabescos absurdos ni locuras literarias.
¿Inventamos el mundo? No me cabe la menor duda. Aunque no sepa hacerlo más allá de lo básico, esa es mi Realidad (la pongo con mayúsculas): que cada uno -si no cree- compruebe la yaga de su vida con el dedo.
17 comentarios:
Pepe,
Hazlo con lo básico, fabrica tu alfombra voladora de pura fantasía virgen, con flecos de delirios de colores que ondéen al viento. Haciendo de tus rudimentos los secretos del vuelo de tu Realidad, y dejándote sorprender por tu propia locura llegarás a tu destino medio dormido.
-Despierta! hemos llegado,
baja y tócate el corazón,
aun es capaz de sentir el vértigo de la altura,
palpita con fuerza y te agradece que le des cuerda de vez en cuando.
Un beso,
ana.
La Realidad es un subproducto de la Imaginación, o la eyacubración del intelecto, o... yo que sé.
Un abrazo.
Como las olas, atravesamos mares y sorteamos tempestades y en esa ruta inventamos sueños y en ellos nos perdemos y nos encontramos de nuevo.
Sin lugar a dudas vivir es inventar la vida cada día.
Un beso Pepe.
Eres grande Codorniu... muy grande.
Y la vida... ese intrinculis que nos zarandea... pero bueno... ¿quién dijo miedo? ja
Beso+beso+otro
calma
A veces es recomendable no pensar, ni recordar, ni evocar, ni mirar en los cristales. A veces, es recomendable darse una tregua.
Me voy a la playa, se empieza a respirar verano en el aire.
Besos, Pepe; a la caída de la tarde, cuando se me abran los ojos como platos, vendré a sentarme en ese alfeizar un rato para ver la puesta de sol.
Claro que lo inventamos. Creo que de eso se tata.
Un beso.
lo imaginarizamos, lo llenamos de simbolismos y formamos nuestras propias Realidades. Y con estos lazos, somos capaces de inventarlo. Pero.. también lo soñamos.
un beso
Tampoco a mí me cabe duda de que lo inventamos. Prefiero eso a pensar que el mundo me inventa a mí. Sin esos cristales de fantasía, todo sería una eterna sombra.
Que se sigan moviendo las manos para crearnos, aunque sea entre hilos que nos eleven un poquito del suelo para dejarnos caer después.
Volveré. Gracias por tu visita.
Besos.
F�jate que al leerte, record� mi firma personal en mis correos, siempre digo: "dej�monos caer en la almohada, cerremos los ojos e inventemos".
Y s� hag�moslo sin saber m�s all� c�mo t� dices.
En cuanto al autor que me preguntas, es espa�ol, y tiene una amplia trayectoria literaria.
En donde est� su nombre, dale click y te llevar� a un sitio donde viene la informaci�n completa.
Gracias por cada una de tus palabras.
Abrazos.
Somos como olas, ciertamente.
Como extrañas olas que dejan llagas y cicatrices.
Bien comprobado lo tengo.
Un abrazo agradecido a tu visita.
"... y nos cruzamos con la gente separados por un cristal eterno, inhumano...".
Es esa soledad que duele tanto, que siento tanto, desde siempre... y que no tiene que ver con estar solo o acompañado.
Es un placer deslizarme por tus letras, me producen nostalgia, melancolía, no tristeza, sino alivio por saber que alguien siente así.
Un abrazo fuerte
Yo tambien considero que la mejor realidad suele ser la dibujada por mí, que la naturaleza de ola me rebota una y otra vez y la facilidad de mi asombro debe ser mi locura... eso, un ombligo es un mundo.
Pero no está de más compartirlo.
Un besote, Codorniú. Estás que te sales.
"Sin embargo, un rayo de esperanza, breve como el paso de un tren, nos roza ante el teclado"
Qué bien lo dijiste Pepe, los has dicho como una ola cálida, tocando esta orilla de mi teclado.
Sí que inventamos un mundo, no me cabe dudas, un mundo de lo mas real, incluso con yagas.
Besos
¿Sabes? Me estoy acordando de esa copita de orujo y de la tacita de arábica de Jamaica, nunca he probado esa combinación de sabores, pero...¡Mmmmm...suena de lujo!!
Buenas noches
Inventar y reinventar!
Tantas veces como soñemos con un mundo mejor, crearemos uno diferente...
un beso
P.D. por favor si puedes saca las letras de verificación de palabra, son un coñazo.
Buenos días pollo... ¿has oído hablar de los libritos de horas? Pues tú me los has recordado hoy. En versión S XXI.
rebelde, libre como el viento.
me encanta leerte
... Aquí estoy de nuevo; acabo de ver tu comentario.
Libros de horas son aquellos que invitan a pensar, reflexionar y van encabezados por decirlo de algun modo de bellísimos dibujos. Por eso yo te he dicho que tú para mí era tu blog un libro de horas del S.XXI. Te mando un ejemplo:
http://www.moleiro.com/base.php?p=LHJL/es
http://www.artehistoria.jcyl.es/arte/contextos/4187.htm
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