28 de enero de 2008

El silencio, como una gran nevada...

Adoro estos días de libertad inesperada, de castigos absueltos, de obligaciones quemadas en la hoguera.
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Aprovecho y salgo a pasear, a mirar, a oler, a sentir… a jugar a ver quién se parece a mí en los escaparates, en los charcos, en los ojos del aire, o de los otros. Camino, como dice Quintín Cabrera, por ciudades que son libros que se leen con los pies; y callejeo redescubriendo detalles que tenía abandonados por la luz cegadora de la prisa.
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Recupero palabras pendientes que esperaban mi mano entre las viejas estanterías del alma emocionada, y me sorprendo del camino recorrido con estos pies de lunes que no es lunes. Sé que estoy lejos de mis hermanos, los que aprietan la mano de la fotografía. No importa, nunca estuve tan cerca: he visto una existencia que no es un espejismo. Inauguro esta primavera que aún no ha llegado, la primera terraza, las primeras caricias del sol que vuelve como ave migratoria. No estoy solo: el silencio caído como una gran nevada sobre el mundo me acoge, y juego a ser profesional del no hacer nada. Sordo, como Goya, miro a cámara lenta, giro la cabeza, encuadro, me ensimismo…

Pienso: "Podría ser cualquier otro día…" Pero yo sé que no; que éste es un lunes que no cuenta en el tiempo. Como si no estuviese. Más vivo que nunca, vuelvo a cerrar los ojos tranquilo, confiado. No tengo derecho a ser pesimista.

10 comentarios:

Fernanda Irene dijo...

Quisiera tener el suficiente talento como para expresar lo que tu texto me hace sentir, pero no sé hacerlo. Se me agolpan los sentimientos en la garganta y se quedan ahí, formando un nudo y, no sé por qué, me invade una emoción que me sacude algo por dentro. No sé si es paz, tristeza, soledad... quizá es una mezcla de todo eso. Voy tomando nota de tus palabras y las voy digiriendo poco a poco porque las intuyo muy próximas.

Un beso, pepe codorniú

Irene

PIZARR dijo...

Que bellísima manera de describir ese lunes " que no es lunes" porque efectivamente es uno de esos días sin fecha en el calendario.

Acostumbro a vivir de esos "lunes" ahora que lo único que tengo a manos llenas es TIEMPO.

Ese tiempo que me faltó toda mi vida.

Por ello, ahora que se me acaba ( porque en unos meses volveré a trabajar ) aprovecho más que nunca... esos lunes...

Pensaba que te había enlazado el otro día y hoy no te encontraba, he tenido que recordar cuando y donde te descubrí ( resulta que fuiste tú el descubridor ) para poder volver a leerte. Hoy no te escapas del enlace.

UN SALUDO desde el Mundo de los Sueños

Patricia Angulo dijo...

Caminar la ciudad como si fuera un libro, como si nuestros pies pudieran lees sus letras, vivenciarlas, masticarlas y tragarlas, sin que importen los días, las horas, las desdichas, el tumulto de ilusiones que al menos a mi me despiertan algunas esquinas y darle la espalda al maldito pesimismo que siempre está ahí para ponernos sobre aviso, hiciste bien Pepe en disfrutar del silencio y caminar tranquilo, sin escuchar la vocecita interior del pesimista que todos levamos dentro.

besos

Murgan dijo...

Qué buen lunes si se te presentó como un regalo... Tiempo para perder tiempo, para sentarnos a ver correr las horas a nuestro antojo sin necesidad de más productividad que la de una piel bebiendo sol. Más sol.

Contenta por ti, Pepe. Añade un silla, pídeme algo rojo con hielo. Voy.

Anónimo dijo...

IRENE:
Yo voy volando con un ala. Puedes imaginar -a veces- lo cerca que veo el suelo. Afortunadamente, desde abajo se ve el cielo tan azul, tan puro, que parece que te suben de nuevo las meras ganas de tocarlo. Gracias por tus palabras.

PIZARR:
Enlazado me hayo por tus pinceles. La pintura me llega muy dentro, como la imagen en cualquiera de sus formatos. Fue un hallazgo tu blog. Disfruta de ese tiempo que te faltó en el pasado. Besos de entresemana.

PATO:
La vida pasa a veces por ser una semilla enterrada fuera del alcance de la luz y el aire. Sólo es cuestión de tiempo cambiar de estado. Además, no podríamos valorar el cielo sin verlo desde el suelo y viceversa. Los momentos bajos, aunque no los queramos, también tienen derecho a que se les reconozca el ser. Sólo hay que esperar. Gracias por tus palabras, siempre fértiles, siempre cálidas, siempre sabias.

RABEL:
Veo que pillaste silla en la terraza soleada, a veces urbana, con los coches al fondo; a veces en medio de la Naturaleza, en un quiosco a la orilla de un riachuelo que canta aguas abajo; y otras veces, a la orilla del mar que nos acuna en silencio con su arrullo.
Gracias por sentarte.

Anónimo dijo...

Llegas dentro, a lo más profundo de la dermis, por lo menos de la mía, tu prosa es joya rara y valiosa, así lo siento y así te lo digo.
Saludos pepe

Clarice Baricco dijo...

Quiero sentir lo mismo que tú.
Y por supuesto, escribir así.

Gracias.

Churra dijo...

Jugar a ser un profesional de no hacer nada ?
Siempre he tenido una relación rara con los lunes. me ha encantado este post .
Besos

Maria Coca dijo...

Una relfexión cargada de optimismo y color. Un lunes así siempre es bienvenido. Me encantó.

Besos desde mi orilla.

Alma dijo...

No sé cómo llegué aquí, pero perdiéndome entre post y post, me he quedado pegada en éste, incluso en la imagen que lo acompaña. Con su permiso, continúo el viaje por ésta su casa.

Besos salados