11 de junio de 2010


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Le asesinaron en plena calle, en 1923, como a su colega el abogado Francesc Layret. Como ejecutaron a su maestro, el pedagogo anarquista Francesc Ferrer i Guàrdia y a su primo el presidente Lluís Companys.


Entonces casi todo se jugaba a vida o muerte. También el sindicalismo.


Salvador Seguí, el Noi del Sucre, el secretario general de la CNT y seguramente el más carismático sindicalista español del siglo XX, se la jugó siempre. Unas veces ganó, otras empató, y algunas perdió. Al final pagó con su piel.


¿Es lícito, y tiene interés, preguntarse qué habría hecho ese mito, tantos años después? Yo creo que aplicar tres capacidades: la de auscultar el estado de su gente, la de medir la temperatura del país, y la de milimetrar los pasos y el calendario.

Las huelgas generales acarrean aún hoy una aureola heroica de presuntos efectos taumatúrgicos. En la tradición anarcosindicalista y luego en la comunista, balizaban la traca final de un sistema: eso era la huelga de 1917, activada entre otros por Seguí en pro de la jornada de ocho horas de la que ya disfrutaban los funcionarios desde 1902.

Pero el mito del Noi del Sucre entre la clase trabajadora no surgió con aquel conflicto, sino de una desconvocatoria. La de la huelga de La Canadiense, que duraba casi un mes desde el 21 de febrero de 1919, y que narró muy bien Huertas Clavería en una añeja biografía (Laia, 1974). El Gobierno había pactado bastantes concesiones; pero tuvo que excarcelarle, porque era el único capaz de arrastrar a los suyos.

Lo hizo el 19 de marzo, en la plaza de toros de Las Arenas, a voz en grito (la megafonía aún no se había inventado), ante 20.000 asistentes: “Pese a los sentimentalismos, pese a las generosidades, pese a las impetuosidades que aquí se manifiestan, mañana hay que volver al trabajo, como un solo hombre, porque esta huelga ya dura mucho y las huelgas que duran más de ocho días, fracasan”.

Al poco, el Gobierno Romanones cumplía en parte: decretaba la jornada de ocho horas en el sector privado. E incumplía en otra parte, al no liberar a todos los sindicalistas presos.

2010 no es 1919; ni los asuntos en discusión coinciden; ni los sistemas políticos ni las sociedades se parecen en nada. Lo único trascendente de esta historia es el grandioso sentido del momento, del entorno y de la realidad acreditado por un pintor de brocha gorda apodado el Noi del Sucre.

El Noi del Sucre, de Xavier Vidal-Folch en El País, 10/6/2010

4 comentarios:

mangeles dijo...

¡Qué historia de grandes hombres¡ ¿verdad?. Esta sociedad no es lo mismo, claro que no. ¡Estaria bueno que despues de tanta sangre y tanto esfuerzo,no hubieran conseguido nada¡ Esta es una sociedad mucho más próspera y feliz. Pero si es verdad que muchos empresarios incumplen reiteradamente sus obligaciones y que vulneran los derechos de los trabajadores. Muchos empresarios. Demasiados. Y en todos los sectores. Quien no quiera admitir eso, pues....

Y que esta época tiene otros nombres, ... menos "desgarradores y desgarrados"...pero no por eso menos imporatantes.

Ahí estan los chicos y chicas de Gesto por la Paz...Ahí están los Urkijo, que lleva más de 30 años en eso de la paz ... Ahí está Txema Urkijo, que esta semana próxima comenzarán los discursos y los encuentros, junto a dos víctimas del terrorismo de ETA, con la población para "llevar la paz a Euskadi". Las víctimas colaborando para la recuperación de la paz y la normalidad de una sociedad ¿se puede ser más generoso?.

Besos,Pepe.

mera dijo...

Sigo tu nueva temporada histórica con entusiasmo. Todo ha cambiado. La patronal mandaba a dos pistoleros a pegarte cuatro tiros. Hoy te matan con un empleo de diez horas y seiscientos euros, al tiempo que te ahogan con los bancos. Spy contrario a la pasividad, jugar el juego con sus reglas. Hay que buscar y utilizar nuevos medios, y tal vez las nuevas tecnologías puedan jugar un papel. Un abrazo. ¿Has cerrado la Taberna?

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

pues sí hay gente generosa dando ejemplo con su saber hacer... hoy especialmente me ha gustado leerte Pepe. saca más entradas de estas, no sólo aprendes, conocews, te sensibilizas, y apuestas por mirar, saber mirar...
un besazo enorme entre lavadoras, plumeros y cortinas, esto de ser maruja es tremendo

mangeles dijo...

PEPE, yo creo que no se dán las circunstancias para una Huelga General. ...Tenemos el mejor gobierno posible...no podemos hacer nada contra las imposiciones económicas...

TENEMOS QUE APRENDER DE LOS ERRORES...eso sí...pero...la Huelga General es un instrumento de los trabajadores frente al capitalismo brutal...y el gobierno Zapatero no representa ni de lejos el capitalismo brutal...nadie ha querido más que Zapatero hacer una sociedad progresista...TENEMOS QUE APOYARLE...tenemos que agradecerle su esfuerzo ¿no te parece?...bESOS AMIGO