6 de julio de 2009

Al abrir el buzón se encontró un sobre sin remite, que rasgó sin la menor idea de lo que le esperaba. En el interior había unos cuantos papeles escritos con tinta verde, breves los textos, mutiladas e incompletas, las páginas.
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Llegaban hasta la mitad; a lo sumo, tres cuartos de folio, la letra muy cuidada.
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Una primera reflexión, al principio de la lectura, le hizo pensar a Saleta en alguien del entorno, pasado de vueltas. Pero imaginarse un carácter, un rostro, unos hábitos de conducta... fue modelar humo inútilmente.
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Había tantos datos de los dos que, al terminar los folios, Saleta sintió que se quedaba sin suelo; como si todo lo que habíamos vivido en aquel periodo de la vida, no fuera sólo nuestro, me dijo; o, al menos, no nos perteneciese únicamente. Quien fuera destejía los años renglón por renglón, fila por fila, como hacían las Penélopes del pueblo con los jerséis de lana. En su mano: el poder inmenso de decidir sobre los hechos y el olvido.
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Aquellos encuentros, que tanto habíamos protegido (huyendo de Madrid) de las miradas ajenas, se iban entrechocando ahora sobre ese prado de tinta verde, como gaviotas disputándose las embarcaciones que entraban y salían del puerto.
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Codorníu.
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12 comentarios:

Lena yau dijo...

En su mano, el poder inmenso de decidir sobre los hechos y el olvido.

Esas manos a veces equivocan la decisión...

Honda frase, Sombrerero con mirada de Danzón...

Yo no sé si lo expresé lo suficientemente claro,

no sé si supiste de mi alborozo,

no sé si entendiste lo mucho que llenaste mi tarde,

yo no sé si te agradecí tanto como merecías...

Me has robado el aliento mil veces con tus letras.

Y me lo robaste, el dos de julio, con tu presencia.

No lo olvidaré jamás.

Ojalá la vida me de la oportunidad de alegrarte, de sorprenderte, de hacerte una piñata.

Gracias, gracias, gracias...

Besos, como siempre, en cuenta regresiva!

TORO SALVAJE dijo...

Menudo shock.
Debió sentirlo como un ataque terrible e inesperado.

No hay nada secreto.

Saludos.

FLACA dijo...

Ya sabés cuánto me gusta encontrarme aquí con Saleta.

Estos relatos me impactan muchísimo. Más que las acciones, que casi no hay, se quedan como flotando los sentimientos del personaje y el lector se va de aquí con eso, con esas mismas sensaciones.
Cuento de atmósfera o de situación le llaman algunos, donde mucho más que lo que ocurre importa el clima, la impresión.

Tenés mucha maestría para escribir, como buen escritor andás a tu gusto para adelante y para atrás con el tiempo de Saleta, y un tiempo(o muchos) -el de las acciones desordenadas que se refieren incompletas en los papeles que guarda el sobre- se mete dentro de otros, el de la historia de Saleta y el de la ficción del relato. Me fascinó.
Y se me sobrecogió el corazón con el acontecimiento: qué puede sentir uno al descubrir que sus historias más íntimas , ésas que son intransferibles, no son secretas, que hay alguien que no sabemos que sabía. ¿Cuántos conocen de uno lo que ese uno no sabe que conocen o no quiere que se sepa? ¿Será que las historias nunca son "únicamente" nuestras?
Impresionante la imagen del jerséi - para nosotros buzo de lana- y también "ese poder inmenso de decidir sobre los hechos y el olvido".

Por último, me gusta esta forma sin principio ni fin, este fragmento desgajado de una historia mucho más extensa y rica. Aplausos, Pepe, ese Codorníu se las trae.

La música por supuesto que también me gustó.
Algunos de mis amigos los blogueros han colgado a Silvio estos días.Se ve que es como una nostalgia que vuela. Justamente hace unos días le escribí a Ross (de El cristal con que se mira), que hablaba del "Rabo de nube", que si me dijeran "Pide un deseo" pediría ir otra vez a un recital de Silvio y poder llevar a mis hijos.

Un abrazo, Pepe. Espero que estés disfrutando del descanso y de las vacaciones. Y que Madrid esté bien lindo y luminoso. Aquí de nuevo está gris y llueve y llueve.

A esta altura ya llegué a la maravillosa música de Sabina, que en esto sí me gusta.
un,dos,chachachá...un, dos, chachachá...

Isabel dijo...

Bonito relato, como siempre. Un beso

lys dijo...

No hay secretos ni respeto por ellos. Este es el mundo donde vivimos, buscamos la privacidad, la consideramos un derecho y la verdad es que es don precioso pero relativo.

Excelente relato.

Un beso

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

... PALBRAS MUTILADAS E INCOMPLETAS (CREAS UNOS GIROS MARAVILLOSOS)... BUENOS DÍAS, CUORE, COMO SIEMPRE ME DEJAS PENSANDO MIENTRAS BEBO CAFÉ Y ESCUCHO TU MÚSICA... QUÉ GRAN POETA ES SABINA... TU ENTRADA INCLUIDA LA FOTO ME INVITA A ENTRAR EN LA TRASTIENDA.
BESINES SANFERMINEROS

Anónimo dijo...

Dime cómo lo hizo, dime cómo lo hicisteis, dime cómo coño escribes tan bien, anda... dimélo.
Por el camino, mil besos a los dos

Anónimo dijo...

dímelo (erratillas)upsss

made dijo...

Desde este pequeño rincón,rodeada de mil ojos.
Es un gusto leer algo de Saleta y encontrarme con estas frases tan tuyas "quedarse sin suelo " .."destejía los años renglón por renglón "...
Un saludo

Patricia Angulo dijo...

Qué maravilla Pepe, me has dejado así...Con el mentón apoyado en el cuenco de mi mano y la mirada vaya a saber por dónde, despues de leer del derecho y del revés esta entrada.

Qué atrevimiento pretender destejer un secreto.

Besos (morí de ternura con cada frase que te ha dicho Lena :)

mangeles dijo...

Los testigos dan una falsa realidad a los hechos. Si la memoria de uno gasta malas pasadas...los hechos relatados por los testigos suelen ser más falsos que un cuento inventado.

Interesante, y con suspense....en verde...¿letra de mujer?...uinss

Veremos.


Besotes

PIZARR dijo...

Te lo diré como lo dirían Flaca y Pato, que me encanta... es que más que leerlo... lo escucho cuando lo dicen...

MORÍ...

MORÍ... de leerte y MORÍ... de leer a Lena.

Ya te dije que me dió mucha envidia...

Ya llegará el dia... supongo.

Un abrazo grande