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Otro haiku,
antes de que con la crisis
nos corten la luz eléctrica:
Noche intensa
alumbrando la vela
queda dormida.
Este haiku es de Ángell Belbé (Illinois).
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Las interpretaciones que suscita pueden ser muchas, pero el presente es sólo uno.
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(Que cada cual acuda a la fuente con su taza... )
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Codorníu.
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9 comentarios:
A este paso no vamos a tener ni para velas.
Saludos.
Pues aquí acudo, con mi taza para llenarla de palabras, de música, de poesía. Gracias Pepe, por estar y ser.
Ni para tazas va a quedar... No, esto es pesimista y mientras exista la belleza no puede haber escased ni mezquindad de alma.
Son hermosos los haikus, dan para pensar,
Un saludo.
Esto de ir con la taza...me recuerda el trueque.
Un beso.
... de la intensidad vivimos y cuando la llama duerma estarán los sueños mientras la luz vuelve.
Buenos días, guapo.
PD. me has recordado cuando trataron de que aprendiera a escribir haikus... qué desastre
En la fuente de mi taza veo una noche tan intensa, que no importa si la vela queda dormida, para luz yo :))
Esto tengo que anotarlo en los escasos arranques de modestia y optmismo anual, ajajajjajaj!!!!
Besos Pepe, me encantó el haiku.
Codorníu,
Te dejo un poema traducido por el marido de una compañera del trabajo. Pensé que era muy oportuno.
RESPIRAR....
Respirar, ¡tú, poema invisible!
Espacio siempre puramente intercambiado
en torno al propio ser. Contrapeso
en el que rítmicamente acontezco.
Ola única, cuyo mar
sucesivo soy yo;
tú, el más parsimonioso de todos los mares posibles,-
ganancia de espacio.
Cuántos de estos lugares de los espacios estuvieron ya
en mi interior. Algunos vientos
son como mi hijo.
¿Me reconoces, aire, tú, lleno aún de lugares que fueron míos?
Tú, una vez corteza suave,
redondez y hoja de mis palabras.
Rainer M. Rilke (traducción Agustín D)
BONITO Y TRISTE HAIKU,LA REALIDAD DE MI TAZA ESTÁ CON LOS QUE SUFREN Y MUEREN PARA NO DESPERTAR JAMÁS
Tus bancos vacíos, las fotos que tintan tu memoria: esa decantación de la verdad que sólo a uno acompaña, tus letras y las cartas, Saleta, las anécdotas que esparces como un Hansel, por si hay que regresar un día a casa, la música que nos trae y retrotrae y ese viaje interior, tan presente en tus textos...
Sonrío, Pepe. Sonrío agradecido.
Un abrazo.
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