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Aprovecho y salgo a pasear, a mirar, a oler, a sentir… a jugar a ver quién se parece a mí en los escaparates, en los charcos, en los ojos del aire, o de los otros. Camino, como dice Quintín Cabrera, por ciudades que son libros que se leen con los pies; y callejeo redescubriendo detalles que tenía abandonados por la luz cegadora de la prisa.
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Recupero palabras pendientes que esperaban mi mano entre las viejas estanterías del alma emocionada, y me sorprendo del camino recorrido con estos pies de lunes que no es lunes. Sé que estoy lejos de mis hermanos, los que aprietan la mano de la fotografía. No importa, nunca estuve tan cerca: he visto una existencia que no es un espejismo. Inauguro esta primavera que aún no ha llegado, la primera terraza, las primeras caricias del sol que vuelve como ave migratoria. No estoy solo: el silencio caído como una gran nevada sobre el mundo me acoge, y juego a ser profesional del no hacer nada. Sordo, como Goya, miro a cámara lenta, giro la cabeza, encuadro, me ensimismo…
Aprovecho y salgo a pasear, a mirar, a oler, a sentir… a jugar a ver quién se parece a mí en los escaparates, en los charcos, en los ojos del aire, o de los otros. Camino, como dice Quintín Cabrera, por ciudades que son libros que se leen con los pies; y callejeo redescubriendo detalles que tenía abandonados por la luz cegadora de la prisa.
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Recupero palabras pendientes que esperaban mi mano entre las viejas estanterías del alma emocionada, y me sorprendo del camino recorrido con estos pies de lunes que no es lunes. Sé que estoy lejos de mis hermanos, los que aprietan la mano de la fotografía. No importa, nunca estuve tan cerca: he visto una existencia que no es un espejismo. Inauguro esta primavera que aún no ha llegado, la primera terraza, las primeras caricias del sol que vuelve como ave migratoria. No estoy solo: el silencio caído como una gran nevada sobre el mundo me acoge, y juego a ser profesional del no hacer nada. Sordo, como Goya, miro a cámara lenta, giro la cabeza, encuadro, me ensimismo…
Pienso: "Podría ser cualquier otro día…" Pero yo sé que no; que éste es un lunes que no cuenta en el tiempo. Como si no estuviese. Más vivo que nunca, vuelvo a cerrar los ojos tranquilo, confiado. No tengo derecho a ser pesimista.