6 de enero de 2011

"No se trata de lo que he visto sino de cómo lo he visto" (A. Chéjov)

Fue en aquel Madrid del desencanto donde la vida terminó por levantar sus cartas mostrando, a plena luz un guión incongruente. No había que escarbar mucho entre los naipes para ver que los dos llevábamos mal juego, y que no estábamos pendientes de aquella partida porque no era la nuestra. Tal vez por eso, nunca pasamos de hablarnos con los ojos. Ni siquiera en esas ocasiones en que llevábamos unas cuantas copas en la mirada. 


Su vida -como la mía-, siempre acababa las noches colgando de la frase que esperas y que nunca llega. Era tiempo de cosquillas en la boca. Del corazón, aún subían pececillos de colores, que corrían a esconderse bajo la lengua... 


...y entre mis manos, 
cuando imaginaba coger las suyas, 
poco más que cristales rotos. 


Codorníu.
(Los papeles de Saleta)

4 comentarios:

Ricardo Miñana dijo...

Muchas felicidades para este año, dale vida a tus sueños y que la crisis pase de largo.

¡¡Feliz año 2011!!

Un abrazo.

mera dijo...

Me gusta mucho esa imagen de los peces cosquilleando.
Un abrazo.

Maria Coca dijo...

Qué preciosidad de texto... Repleto de magia, de sensaciones y emociones. Nadie como tú, querido Pepe, para descubrir esos pececillos que nunca dejan de habitar en nuestras almas.

Feliz Año, amigo mío. Es un placer saber que estás ahí, donde quieras que estés.

Pilar Álamo dijo...

Precioso...y a la vez un sentimiento normal en algunos momentos de sensibilidad fuerte.