19 de febrero de 2010

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Tras abrirnos paso a machetazos por el interior de una selva de palabras a la que no llegaba ni la luz del sol, nos ha parecido entender que la solución a la crisis pasa por hacer recuento de cuanto poseemos (nuestro salario, nuestro paro, nuestra jubilación, nuestro piso, nuestro coche, nuestra Seguridad Social, nuestros ahorros), para valorarlo a la baja. Y como no es posible devaluar la moneda, será preciso devaluar todo lo demás, incluida la autoestima. Donde creíamos que teníamos cien, deberemos aceptar que tenemos setenta. Quienes medían 1,80, tendrán que conformarse con 1,50. Quienes comían en restaurantes de cuarenta lo harán hasta nueva orden en tascas de diez. Y así de forma sucesiva hasta regresar al tamaño anterior, del que quizá, como de nuestro pueblo, no deberíamos haber salido. Pero no todo disminuirá. Si usted debía mil más los intereses, continuará debiendo mil más los intereses (deuda a la que tendrá que añadir los intereses de los intereses). Parecería lógico que si su piso vale ahora un 20% menos que cuando lo compró, la hipoteca se redujera en un porcentaje similar. Pero no intente usted introducir la lógica donde impera la explotación.

No nos engañemos, pues. Debajo de todos esos discursos enmarañados sólo late una pregunta: ¿a quién empobrecer para recuperar nuestro tamaño verdadero? ¿A quién recortar las piernas, los salarios, las pensiones, las medicinas, la enseñanza? Se trata, como ven, y por muchas palabras que se coloquen sobre el asunto, de una decisión ideológica. En este país hay mucho, muchísimo dinero, ya que la acumulación de capital fue obscena durante los años de la burbuja. Pero está concentrado en unas pocas manos. Déjense de discursos y digan cuánto van a poner de su bolsillo, en este duro regreso a la realidad, esos señores que se jubilan con 80 millones de euros.

(Hasta aquí, el artículo publicado en EL PAÍS -opinión- por JUAN JOSÉ MILLÁS, hoy, sábado, 19 de febrero de 2010)

Gracias Millás. Los economistas que hoy gozan de renombre en los medios han perdido toda capacidad crítica. Es el precio cobarde que aceptan pagar por mantenerse en el púlpito.

Si Alberti levantara la cabeza, con seguridad volvería a preguntarse:

Pero... ¿dónde los hombres?

Analizan, y cuando analizan parece que están solos
Miran, y cuando miran parece que están solos
Sienten... y cuando sienten parece que están solos.

Codorníu.

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14 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Menos mal que hay gente aún que no están comprados.

Está claro. Empieza el desmoronamiento.
Se les ha ido de las manos. A todos.
Y pagarán los de siempre.
Ahora están reuniéndose para ver quién le pone el cascabel al gato, no sea que pierdan sus poltronas. Los unos y los otros.
Esto pasa por dejar el país en manos de cuatreros y sinvergüenzas, los que gobiernan y los de la oposición.
Hemos metido al zorro en el gallinero.
Y ahora lo vamos a pagar.
Que asco me dan.

Saludos.

Isabel dijo...

Eso es lo que yo digo, se ha acumulado mucho dinero en unas pocas manos, durante la época de bonanza, esas mismas manos, no han dudado en aprovecharse de la situación y despedir gente, además de aceptar ayudas gubernamentales, esas pocas manos, se encargaron de dejar "lo que robaron", porque no tiene otro nombre, a buen recaudo, en paraisos fiscales, o repartido a nombre de familiares y otras personas de su entorno, pero esas pocas manos, no van a poner un euro para sacarnos de esta, y los pobres, seremos mas pobres, y la gentuza de siempre, serán mas ricos, pero ¿sabes una cosa?, se puede aprender a vivir con menos y ser feliz, hay otras cosas en la vida, leer, amar, dormir a pierna suelta, inculcar a tus hijos valores humanos, hacerlos felices, sin embargo, esos pocos que se han quedado con todo, son escoria, no duermen ni viven, no se puede ser feliz si para ello estás pisoteando a los demás. Un beso

FLACA dijo...

Pepe:
te leo y leo a Millás y parece que estuvieran hablando de Uruguay desde siempre. Tal cual. Y no podés imaginarte qué identico a eso que transcribiste que fue todo aquí durante la crisis del 2002.
Por lo menos, desde que el FA es gobierno y ha sido reelecto nos ha renacido la esperanza y parece haber una voluntad de que las crisis no las paguemos nosotros.
Ahora tu tocayo, que asumirá el 1º de marzo, pide a todos los legisladores y a los ministros austeridad: no va a ir a vivir a la casa presidencial, se va a quedar en su "sucucho"de la chacra de Rincón https://www.blogger.com/comment.g?blogID=4947774023274121458&postID=836282473152194127&isPopup=truedel Cerro, quiere vender la casa presidencial de Punta del Este, sus trámites personales aún sale a hacerlos en su viejo volkswagen "escarabajo" , o también llamado "fusca",que debe ser de la década del 80. No sé si tanta austeridad será buena o si esos detalles son las manías de un viejo idealista y loco, pero al menos son una señal.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

... buenos días cuore... me encantan los artículos de Millas: claros, sencillos, directos; soy una consumidora compulsiva de artículos de quien sea, luego así me enveneno yo sola pensando que no hay derecho que dejen escribir en periódicos a ciertos personajes (a veces pienso que es envidia...la mia) que no dicen nada y ofenden a la palabra y al lector.
Ahora, ¿la mierda quién se la come? el pueblo, hijo, como toda la puta vida. lo que hacen es tapar la mierda, el poder es una droga y no se pueden hacer elecciones anticipadas porque la alternativa también se las trae y los partidos minoritarios están a chupar de la teta segura y están comprados. ¿quién mira en este momento por la gente? nostros, los de la calle porque los de los despachos además de estar acojonados, no saben cómo guisar el pollo desplumado que tenemos.
vergüenza me da de esta clase política que tal ven Pepe es la que nos merecemos, ojo...
besin de café con leche

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

ah, otra cosa... yo esta situación la comparo con un equipo de ventas: están infravalorados, mal dirigidos, pero los pobres ahí están vendiendo como cosacos, como pueden; necesitan el dinero y les acojona el paro porque tienen hijos, hipotecas y por tanto tragan y tiran; nadie osa levantar la voz... no digo más

gaia56 dijo...

Gracias codorniu por este post, ya la música me acoge con mucho mimo y Millás magnífico que parece que nadie quiere llamar las cosas por su nombre en este mundo que vivimos.
Un beso.

mangeles dijo...

¡¡¡Algo tendrán que hacer con todo ese dinero que tienen¡¡¡

Tener el dinero en un banco, aunque seas banquero "es una ruína"...

No les queda más remedio que realizar inversiones, crear empresas y dar trabajo...


Esperemos que se pongan ya a invertir....

Besos, Pepe

Gregorio Omar Vainberg dijo...

Pepe.

èl tambien dijo, "a galopar a galopar, hasta enterrarlos en el mar... Pero eran otros tiempo,

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Lo mismo anda pasando por aqui,, es decir en todo el mundo,,
la concentración de capitales es..

no se cual sería el adjetivo.

un a brazo

Marisa Peña dijo...

Que no nos cuenten cuentos...diría león Felipe.Y es que nos han adormecido con quimeras de prosperidad económica y falsos sueños de democracia dirigida y mentiras, mentiras, mentiras que no saben sino tejerse hasta la eternidad.
Me pregunto por qué sólo se habla de prosperidad económica, todo se mide por cantidad, por ganancias, por beneficios.Y el hombre, tan solo, tan pobre, tan hambriento de amor...y de utopías.
Un beso

PIZARR dijo...

!Ay Pepe! Menudo día he elegido para pasar la tarde en tu casita, recorriendo tus letras, esas que siempre me gustan tanto. Pero hoy no me han gustado, porque aunque sean tus letras, lo son por los desmanes de otros y estoy cansada de tanta amenaza de crisis, de catástrofe y de pagar siempre justos por pecadores.

Menos mal que he retrocedido poco a poco hasta principio de año y aún he podido leer-leerTE disfrutando tus nostalgias, antes de empezar a hablar de la crisis, los insultantes ingresos de muchos y sobre todo esa toruta china que nos quieren im poner. Tras trabajr 1 millón de años, no nos vamos a jubilar ni a los 80 a este paso. Son unos cabr.........

En fin amigo, que no te hagas mala sangre, que no arreglamos nada con ello.

Pobre mundo... hacia donde le hemos llevado.

Un abrazo muy grande Pepe y que sepas que aunque tarde en volver... nunca te olvido.

made dijo...

Tienes razón los ricos cada vez más ricos y los pobres de verdad cada vez más pobres.
Yo no me encuentro entre unos ni otros.
Un beso

Patricia Angulo dijo...

Me pasó lo mismo que a La Flaca, pensé que hablabas de argentina :(

Acá desde que tengo uso de razón sucede eso que contás, y la famosa frase "hay que ajustarse el cinturón" famosa y puta frase, porque los que nos ajustamos el cinturón somos siempre los mismos, hay una minoría que no sólo se ajusta el cinturón, sino que se lo suelta para que entre mas.

Qué asco, que ascooo, queeeeee ascoooooooooooooo!!!!!!!

Un abrazo, amigo.

Anónimo dijo...

Si yo te contará... pero Millás es un genio que lo hace de puturru, al pan pan y... al chorizo, chorizo.
Esto va de mal en peor... si yo te contara....
Besitos Pepe

Maria Coca dijo...

Pues si, pienso como ToroSalvaje. Me alegra saber que Millás escribe además de historias estupendas, artículos que merecen ser releídos.