Se atribuye a la escuela una culpa que tiene toda la sociedad. Luego, se vuelven los ojos hacia la sociedad para que se diluya toda responsabilidad, y el desastre quede en el anonimato. Se dice que los padres han hecho dejación de sus funciones. Aunque yo sólo veo trabajadores agotados que deambulan al regresar a casa como idos... perdida toda seña y sentido de identidad.
Al parecer, ya nadie quiere señalar al modo de vida que el sistema económico impone a las personas. Eso que eufemísticamente se ha dado en llamar "Los mercados" es el auténtico responsable del naufragio. Inútil análisis éste, y más inútil aún soñar con otro mundo... ¿Para qué hablar de metas imposibles, verdad? Sin embargo, todos sabemos que lo que está fallando es el motor.
La ambición, ese afán de enriquecimiento individual, lo ha impregnado todo con su mugre negruzca. El que pueda, que suba lo que pueda hasta donde le llegue el oxígeno. Ah, eso sí; por favor, cuantos menos mejor. Mientras, abajo, como dice Toro: Nos estamos comiendo los unos a los otros como caníbales.
La solidaridad, la compasión o el amor quedan para cuatro quijotes locos. No es moneda corriente que admitan los mercados para jugar a ser seres humanos.
Codorníu.
5 comentarios:
Buenas, muy buenas estas reflexiones amigo Pepe. El colegio está para enseñar conocimientos. La sociedad, incluídos profesores, vecinos y amigos,y todo adulto, y por supuesto los padres están para educar a los niños.
Las mujeres nos pusimos a trabajar, y la institución familiar se ha resentido muchísimo.
Eso no quiere decir que también haya mucha gente que lo ha hecho muy bien. Que ha compaginado la vida familiar y de trabajo, y que lo ha hecho todo lo bien, que se puede hacer, lo de ser padres( tarea terríblemente díficil).
La obsesión por el dinero en algunas personas es algo que produce terror. "Quieren comprar todo". Se compran una casa, y piensan que compran su dignidad...se compran un coche y piensan que compran glamour...se compran un libro y piensan que compran su propia cultura...
Pobrecillos, esos sí que son pobres de verdad.
Besos amigo Pepe.
Tienes razón.
La ambición lo pudre todo.
Así estamos.
Desquiciados corriendo hacia el abismo.
Los valores como los que mencionas apenas los poseen unos cuantos.
Nos estamos comiendo los unos a los otros como caníbales.
Un asco.
Saludos.
... Fuerte, duro, directo; así es.
Es triste, tal vez de ilusus, pero hay que hacer el esfuerzo de no dejarnos arrastrar por la corriente, yo me niego aunque esté metida en el engranaje. Mi vida oculta y paralela la seguiré alimentando mientras pueda.
Buena semana y ¿quieres un café recien hecho?
La utopía siempre ha sido territorio de los locos soñadores...Un abrazo quijotesco
Esta entrada daría para un extenso debate sobre la sociedad actual, pero por lo que comentas, estoy de acuerdo contigo.
Besos
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