4 de septiembre de 2009

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Quién sabe si éramos nosotros.

De aquellos septiembres, apenas quedan hoy reflejos en la loza manchada por el vino. Ni rastro de las rosas.

Unos dedos -que ya han dejado de vendimiar hace décadas- marcan un número donde no hay nadie nunca.

Mi cometa se eleva buscando un ave perdida: alas abanicando el pasado (algo que no es nuestro, sino suyo), ojos que pasan y repasan, labios húmedos, sueños.

Oídos que llevan y traen risas, carreras, música del vecino... o simplemente ruidos, que cambian de sitio en pos de algún recuerdo abuhardillado.

Renglones cansados...

Codorníu.

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14 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Los renglones cansados y los dedos marcando un número donde no hay nadie me han golpeado.
Me voy casi K.O.

Saludos desde la lona.

Anónimo dijo...

TORO:

No me digas eso, que tú eres un peso pesado difícil de tumbar. Aunque si has sabido percibir que lo de los "renglones cansados" no es literatura de adorno, me explico que te quedes pensando...

Un abrazo, amigo.

Pilar Álamo dijo...

Para mí septiembre es el mes más rico porque me añade cada año uno más. Siempre espero que llegue septiembre para empezar ...y levantarme otra vez como si se tratara de empezar un nuevo camino.
Un abrazo

mjromero dijo...

Lo mejor es cambiar de nº, o no marcar para que no haya respuesta de silencio, mirar solo la cometa elevándose hacia el cielo.
Un beso.

la cocina de frabisa dijo...

"...alas abanicando el pasado" si es que has desayunado inspiración, me parece una frase imposible de superar.

Pues sísisiisisi, ya tenemos septiembre aquí y la última etapa del año se abre como arte de magia.
Me encanta esta época de recogimiento que nos espera.

un beso

Gregorio Omar Vainberg dijo...

Los recuerdos son "renglones cansados" , y cuanto más antiguos más cansados????
Y cuanto más cansados más abuhardillados???
Um abraço

FLACA dijo...

¡Cuánta melancolía!... Debo comprender-aunque me cueste- que tu setiembre no es el mismo que el mío: allá llega el otoño, aquí la primavera. De todas formas, primavera u otoño, para quien parece estar de vuelta de todo, buscando algún recuerdo o sueño salvador, encajan igual los dos setiembres.

Como muchas veces, una se va de aquí con esa tristeza dulce, tan triste pero tan bella.

FLACA dijo...

Y olvidé decir que siempre desee tener una buhardilla sólo para mí, o por lo menos un altillo.

karina Androvich dijo...

¿Cómo podes escribir tan lindo Pepe?
Volver, volver donde era y ya no es y que de algún modo siga siendo.
El eterno presente de los recuerdos.

Un abrazo a esas rosas y esos renglones cansados.

Beso cálido

Septiembre.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Hoooooooooola, buenos días. ¿Cafelito? Lo leí ayer varias veces en el curre y cuantomás arrastraba los ojos por ciertas expresiones más me cautivaba este escrito tan propio de ti. Tal vez éstetenga un intiismo especial; me encantó, chiquitín.
Y mequedo con esta frase "Unos dedos -que ya han dejado de vendimiar hace décadas- marcan un número donde no hay nadie nunca"

Te has ganado un beso y un caflito, me ha salido extrañamente bueno

mangeles dijo...

Que curioso, el otro día hablaba con otra Maripili, que no la Pilar Morisot, de eso mismo....que Septiembre es realmente el mes donde comienza de nuevo la vida, un nuevo mundo, una nueva historia....que del 31 de Diciembre al 1 de Enero, no cambia nada...pero en Septiembre nuestra vida recomienza de alguna forma.


No sé muy bien a que te refieres cuando dices Renglones cansados....supongo que a cansancio de vivir la misma vida ....pero...recuerda...Septiembre nos trae una nueva cosecha, un nuevo vino, una nueva vida...

Besos amigo.

Marisa Peña dijo...

Pues esos vinos esas rosas, esos besos, esas calles y esos septiembres siempre vendrán con nosotros, porque somos lo que fuimos y lo que ha de venir.Disfruta de esa luz que sólo septiembre y octubre saben regalar.Besazos.
PD.El texto es maravilloso...

gaia56 dijo...

Me encanta esta melancolía, debe ser el momento adecuado para inundar los ojos, los labios y los sueños.
La foto de las ventanas, persianas verdes y las paredes gastadas me fija al texto y no me suelta...
¡buen septiembre amigo!
Un beso.

Patricia Angulo dijo...

Me pasó lo mismo que a Toro, me mataron los renglones cansados y ese dedo marcando un múmero inútil...

Qué se puede hacer entonces con la nostalgía?

Besos, manos mágicas.