En palabras de Valle Inclán: «La realidad no es como la vemos, sino como la recordamos». Y yo añadiría también, que se confunde con un punto perdido, una mancha blanca y lejana entre las pelusas… como esa señal que va escondiéndose en la pantalla de la tele cuando se apaga.
Hoy sopla nordeste por el pasillo de mi casa. Aprovecho y me duermo engañado con el rumor cadencioso del oleaje (tal vez la aspiradora) y el ondear de las telas del toldo de la terraza. Volver a despertar no es fácil: aquellos paseos por la orilla, por los inmensos arenales vacíos, sin ver a nadie, sin cruzarme con nadie... han escrito demasiados silencios en mi alma. Afortunadamente, la música –nuestra música– siempre supo brotar del interior como corresponde a los estados que no dependen del entorno.
Hoy sopla nordeste por el pasillo de mi casa. Aprovecho y me duermo engañado con el rumor cadencioso del oleaje (tal vez la aspiradora) y el ondear de las telas del toldo de la terraza. Volver a despertar no es fácil: aquellos paseos por la orilla, por los inmensos arenales vacíos, sin ver a nadie, sin cruzarme con nadie... han escrito demasiados silencios en mi alma. Afortunadamente, la música –nuestra música– siempre supo brotar del interior como corresponde a los estados que no dependen del entorno.
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14 comentarios:
Y el silencio susurra de manera amable y saca cada una de tus letras.
Me da gusto que hayas vuelto.
Abrazos.
Siguiendo a Valle Inclán, me pregunto para qué querríamos los ojos si con el recuerdo de la realidad alcanzara. Si bien la realidad que vemos depende de lo que somos y de lo que fuimos, siempre es bueno ver y volver a ver,por ahí algo puede modificarse,no depender de nosotros y lo que vemos y modificarnos.
Y menos mal que la música,la que brota del interior, logra sopreponerse a los silencios.
Siempre es bueno encontrarte.Un beso.
PEPEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, mi arma, todos llevamos escritos demasiados silencios en el alma, pero la realidad la hacemos nosotros, quizá, y precisamente con esos silencio.
me encantó, como siempre.
Toma un besillo para disfrutarlo con el rumor del viento
Ese toldo, Pepe...
Si en mi pasillo soplara algo de viento, yo sería más feliz.
Tus silencios están preñados de significados, de historias, de palabras celestes...
Tus silencios son cofres llenos de piedras de colores...
Un abrazo, ladrón de alientos...
Buenos días desde el Nordeste,
Con 89 palabras del segundo párrafo, evocas el mar, te refugias en la música para sanar y nos haces ver que lo que te pasa no tiene nada que ver con el entorno,que es algo más profundo en ti.
Y yo entiendo esa tristeza, sí la entiendo y la reconozco, sí.
¿Cómo nos quitaremos esa pelusa, ese polvo que nos ancla en la nostalgia o en la tristeza?
¿O es que ya somos de esa condición por naturaleza?
Sabes, hoy he soñado que nadaba. He nadado mucho, me he sentido feliz mientras nadaba. Voy a mirar qué quiere decir en mi libro de los sueños.¡Qué placer nadar!
Auroras luminosas para ti y tus letras,también tú.
Cuántos caminamos solos y callados, acumulando en nuestros códigos angelicales tantos granos de perfección dolorosamente alcanzado, creyendo que nadie más navega el mismo rumbo, excepto si cerramos los ojos y desplegamos el rojo corazón; entonces vemos que el tráfico aturde unas almas con otras.
Esa canción de Nacha... es ... muy especial. Ojalá mis sueños sean mi penitencia.
Un beso sentido
Pepe cariño, hoy es tu canción la que me habla, los silencios me planean, pero siempre la música y los largos paseos que doy por la playa llenan mi mente de letras y estrellas.
Gracias por tener ese alma única que hace que subas canciones tan maravillosas como ésta.
TQM Pepe, no te acabes nunca
Y ahí andamos la mayor parte del tiempo, intentando cambiar ese recuerdo, para poder desprendernos de esa nostalgia que nos paraliza. Yo aqui, poniendo los sueños de penitencia.
El sol, y nuestra música me ha llevado hasta tu balcón con brisa del nordeste, perdona por colarme sin invitación, pretendiendo brindar con una copa de alvariño.
Me has emocionado, y no es una metáfora, y me has puesto un beso donde tanto lo necesitaba.
Gracias por estar ahí.
Gracias por Nacha Guevara... si, definitivamente, es nuestra música...esa que brota de nuestro inconsciente para cada uno de nuestros momentos.
Un beso..
El silencio, tan suyo, que aparece cuando no se le invita y que se muestra tan renuente cuando se precisa de él. Exactamente la misma actitud que la soledad. Ambos son caprichosos y volubles. Sí, volver a desperter a veces no es fácil. Y tú lo has explicado muy bien.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras Codorniu...soy Manuel, no conocía tu blog pero escribes muy bien.
Un abrazo
Niño del verano... ponme un beso cercano a la risa...
Al final es algo así: nos queda lo que recordamos, el resto es una nebulosa extraña, como un país en el que nunca hemos vivido...
Muchos besos, y feliz lunes.
(Y hablando de otra cosa. ¿El Depor? ¿Sabes que mi hijo, que este año vive en Coruña, lo ha adoptado como segundo equipo de sus amores?)
Pepe: qué buena la canción de Nacha.Te respondí en mi blog. Estoy leyendo el archivo. Un beso.
Nacha :)
"Afortunadamente, la música –nuestra música– siempre supo brotar del interior como corresponde a los estados que no dependen del entorno"
Hoy mi entorno está agitado, mi país arde y dentro mío la música me rescata de ese incendio. La música, la poesía y estas palabras que voy leyendo de almas que se han dejado escribir con silencios.
Un abrazo.
Gran texto...compuse un poema sobre ese final
saludos
M.
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