9 de octubre de 2008

.
«Primero, la hipoteca; luego, comer», me dijo ayer desde el otro lado de la barra mientras anochecía y yo intentaba terminar Rayuela.
.
Su voz conservaba el susurro dulce de Centroamérica; y sus cejas -dos sauces- se elevaron al hablarme sobre la pena negra en que le estaban envolviendo los mercados.
.
Es hondureño. Trabaja en la taberna donde entro al regresar de tirar la basura sorteando las farolas. No escribe en servilletas, las barre. Y pone aperitivos de cansancio, en silencio.

Su mujer lleva dos meses buscando lo que sea: hostelería, portales, casas…

Tienen dos niños, van a un colegio aquí al lado, a veces me cruzo con ellos. Sus padres quisieron hacer lo que todos... «¿para qué iban a pagar un alquiler? »

Juan -llamémosle así (es lo único ficticio en todo el relato)- recuerda la ilusión con que pagó la mensualidad del primer año, 600 euros: todavía los dos trabajaban. Este mes de septiembre, cinco años después, han alcanzado ya los 950 por las subidas del maldito euribor.

Como es un "mileurista" auténtico, todo lo más le quedan para empezar el mes 50 euros.
..
Anoche, delante de mí, el dueño le dijo que se llevase los macarrones que habían sobrado de las cenas, en total dos o tres raciones.

«Para los niños», añadió aproximándose a Juan.

..
Y después, en tono paternal:
.
«Ya sabes: primero, la hipoteca»
..
(Canta Quintín Cabrera, uruguayo, que sabe hablar mejor que yo de estas cosas)
..
Codorníu
..

10 comentarios:

Lena yau dijo...

dios...

Hoy que estoy tan destemplada,

con las sangre en marejada,

leo este dolor...

No puedo ni comentar, Pepe.

Te dejo un beso.

Lena yau dijo...

(que el mundo está muy salvaje, Pepe...a veces parece un zapato de una talla menos lleno de guijarros)

Otro beso.

FLACA dijo...

Esa ha sido la realidad durante años por estos lugares; o peor: en el 2002 he visto a gente trabajadora hacer una larga fila con un recipiente en la mano para recibir un poco de guiso para llevar a su casa. Sin trabajo, sin plata y sin comida. Pero esos ni siquiera tenían ni tienen plata para emigrar. Por suerte eso ahora no se ve, pero es muy duro vivir para muchos. Siempre pienso que debe ser mucho peor estar mal y estar en otro país. ¡Cuántas esperanzas al principio del viaje, cuántas peripecias para estar así!...Siempre me pregunto si valdrá la pena.

mjromero dijo...

Primero fue comer y luego llegó la hipoteca...
pero la historia por qué falsos mecanismos se invirtió? y ahora lo primero es pagar la hipoteca y luego comer...
¿cuál será el tercer paso de la historia? sólo pido que la inversión del orden no sea demasiado cruel, porque a mí ya no me tocará, pero pienso en mi hijo y en todos los hijos.
Un beso.

Anónimo dijo...

La cosa está muy mal Pepe, sabes que trabajo en economía y cada día veo tragedias de este tipo en directo y en vivo, así ando, con el alma en vilo.
Un beso

Inuit dijo...

Me gustan los matices idiomáticos. Siempre me han gustado. Me gusta adivinar la procedencia geográfica de las personas. Me gustan los giros, los nombres y frases que rozan el surrelimo para mi psicología.
Ayer estuve en acto de clausura del máster de Perito Calígrafo Judicial, Peritaje Grafo-
psicológico, y Propiedad Intelectual e Industrial; donde había personas de Amarica del sur. Cuando los nombraban me parecía de un del más allá de océano (Marco Antonio, Karime....), hasta uno de Perú vimo vestido com el traje de gala de la policia de su país y yo esperando mi diploma de grafóloga.
Me fui por las ramas o por las olas o por las brisas, pero eso sí, Codorníu,:"Que muevan el corazón" ¡ NO! a las crisis del corazón)
Guan ,guan Inuits (parece chino)

Sasian dijo...

Tal vez si el dueño le pagara un poquito más...
Y lo más triste es que todavía están mejor que en su propio país. al menos les queda esa esperanza, esa ilusión.

Un abrazo Pepe

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Una vez más me dejas pensando Pepe y la historia, relato breve y comprimido, lo estoy viviendo a diario. Más desde que me cambiaron la oficina a una zona donde hay muchos extranjeros y en el autobus que me lleva mis oidos no dejan de escuchar historias similares.
De todas formas, gracias por sensibilizarnos a todos.
Y como dices tú... Guan beso, feliz domingo, chaval... me quedo con el bolero de nardos y boleros

Desde mi ventana dijo...

Pego tu entrada a mi blog,
porque no solo los emigrantes lo estás pasando mal, sino muchos amigos, amigas, compañeros...

PIZARR dijo...

Pepe, no se como habalrá Quintín Cabrera, pero tu lo haces de maravilla.

Me has traido a la mente tantos casos que conozco...

Cuantísimas gracias he de dar a la vida...

Un beso amigo