10 de febrero de 2014


Al fin llegó el día. Temo quedarme sin palabras, porque apenas encuentro algo que no le haya dicho. Me pasa como cuando estás ante un espectáculo de la naturaleza, y tan solo aciertas a quedarte boquiabierto ante sus 103 años y su buena salud. 

Mi padre encarna la prueba de que lo difícil no siempre es imposible. 

Como él dice: La clave es resistir, esa es la actitud.

Estuvimos comiendo en un restaurante gallego. Él, encantado... como se puede ver en la foto. No es todo lo buena que me hubiera gustado; pero de todas las que hicimos he escogido esta, porque parece invitar claramente a una tacita de queimada a cuantos amigos y amigas entren en esta página.


Codorníu.

6 comentarios:

Maria Coca dijo...

Muchas felicidades!!! Para tu padre que se le ve estupendo y feliz y para ti, por tener semejante honor. Qué satisfacción más inmensa... Mi enhorabuena a los dos y dale muchos besos de una sevillana que le admira en la distancia.

AMPARO dijo...

Enhorabuena...un beso

mangeles dijo...

Felicidades con retraso...y brindo por que pase una 2014 lleno de salud y alegría. Un beso D. José....y otro para ti Pepe jejjee

mangeles dijo...

Felicidades con retraso...y brindo por que pase una 2014 lleno de salud y alegría. Un beso D. José....y otro para ti Pepe jejjee

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Felicidades!!!! y menuda queimada, sí, señor...

FLACA dijo...

Acepto el convite. Supongo que esa bebida debe ser como el queintao brasilero. Un abrazo con alegría sincera.