3 de septiembre de 2020


“Si les hubiera dicho hace diez años que no había nadie afuera, se habrían apartado de mí tan rápido como les fuera posible. Ahora estamos listos para considerar la idea de que solo existen nuestros pensamientos. No existe nada realmente “ahí afuera”, todo está en nosotros y en nuestras memorias.  
(Ho'oponopono, doctor Ihaleakalá  Hew Len)

Por eso le echas la culpa de lo que sientes a ese mundo hostil que ves fuera, algo que solo tú mismo has fabricado. En todo caso, de ser víctima de algo es de tu propia percepción, porque únicamente tú has construído lo que sientes. 

Lo que hasta ahora llamabas "sentir" tenía una causa fuera de ti: algo o alguien externo. No le dejes esa salida al ego; está en tu mano verlo de otra manera. De ti depende atreverte a mirar todos los miedos ocultos que te resistes a experimentar. Vivir no es otra cosa que permitirle a la Vida estar sintiendo. 

Fluir es el "Dejar que las cosas sean" de Heidegger; el "Hágase Tu voluntad" de los cristianos; el aceptar, acoger y abrazar ese sentir que aflora, fruto de las fantasías del espejo junguiano; el "Estoy aquí para atenderte el tiempo que quieras"; del Mindfulness; el "Quiero quedarme a mirar" de UCDM; el "Gracias, te amo" del Ho'oponopono...

Fluir, soltar, permitirse sentir, renunciar al control, aceptar...  solo son formas de decir lo mismo. 

Codorníu.

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