Invado las alcobas vacías
de mi memoria
para recoger aquellas palabras
tan lejanamente idas.
de mi memoria
para recoger aquellas palabras
tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos,
amarillentas fotografías;
viejos zapatos,
amarillentas fotografías;
estilográficas desusadas
y textos desgajados
de la enciclopedia Álvarez… pero nadie,
nadie me dice quién fui yo.
y textos desgajados
de la enciclopedia Álvarez… pero nadie,
nadie me dice quién fui yo.
Aquellas canciones que tanto amaba
no me explican
dónde fueron mis minutos.
Y aunque torturo los espejos
con peinados de quince años,
con miradas lejanas de cinco años
o quizá de ahora,
muerto…
nadie, nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió aquella sombra mía militante,
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de infancia y pelotas de trapo por las eras;
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres las bodegas del Ebro.
¿En qué escondidos armarios
guardan los ángeles
nuestros restos de nieve atormentada?
o quizá de ahora,
muerto…
nadie, nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió aquella sombra mía militante,
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de infancia y pelotas de trapo por las eras;
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres las bodegas del Ebro.
¿En qué escondidos armarios
guardan los ángeles
nuestros restos de nieve atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se
despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los domingos,
cuando el violento secreto de la vida
era tan sólo una dulce campana enamorada…?
que éramos en las tardes de los domingos,
cuando el violento secreto de la vida
era tan sólo una dulce campana enamorada…?
Registro los bolsillos desiertos y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos que me diga…
quién
fui
yo.
ni una sola mirada en los espejos que me diga…
quién
fui
yo.
(Miguel Labordeta)
Pues este que veis en la fotografía soy yo cuando era hippye, jaja.
En serio.
Codorníu.
5 comentarios:
Precioso texto. Y buenísima la fotografía, jejejejeje. Un fuerte abrazo.
Maravillosa letra... un besote
Despues de un tiempo de ausencia, veo que sigues nostálgico, es decir: Estás bien. Un abrazo.
José Antonio te contesto por correo.
Un abrazo
Pepe: ya había comentado esto. En cuanto logrew subir unas fotos, ni te imaginás la sorpresa que te voy a dar. Espero estén todos bien. Un abrazo.
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